El Rio Pipelo, mejor seria llamarle «riachuelo», atravesaba parte de nuestra Villa, viniendo desde el Alza, por darle una situacion y atravesaba lo que hoy es el Canton y alli acudian las mujeres a lavar las ropas, era un lugar muy concurrido en el Ribadeo de los siglos XVII y XVIII.

En el año 1772, se produce la rotura de parte del pretil y desde el Ayuntamiento se pretende rehabilitarlo, pero se encuentra con la oposición de un vecino, que su huerta es colindante con el lavadero, este vecino es profesor de aritmética en la Escuela de Aulas y se dirige al Capitán General, solicitando que no se realice dicha reparación.

Entre las causas que argumente, que se podría escalar a su propiedad y que ademas es conocimiento de todo el pueblo «es patente de todos de la desenvoltura, indecencia y ningún recato, con que están las mas de las mujeres que concurren a lavar…»; «y que no se oyen sino juramentos, blasfemias, maldiciones, palabras obscenas, cantares escandalosos, y cuanto en malo se puede discurrir en esta materia»; «En el Pipelo no se conoce la ley del progreso».

El Pipelo, es parte de la historia de nuestro pueblo, hoy ya desconocido para la mayoría de los ribadenses, excepto para aquellos, que tenemos los recuerdos, que nos tienen contados nuestros antepasados.

Con motivo de la construcción de la Torre de los Morenos y con el derribo de la Fortaleza, se canalizo el Pipelo y con ello su desaparición.

En el Ribadeo de antaño, había  la costumbre de denominar «Marques del Pipelo», a aquellas personas de Ribadeo, que se creían importantes y superiores al resto y solamente eran unos «personajillos  locales».

Si hoy en día existiese el  Rio Pipelo, muchos marqueses y marquesas del Pipelo , habría en nuestra Villa.

(*). La foto corresponde al año  1906